Addicted to Chaos

Hace unos días llegué considerablemente temprano a la UBA cargando una criolla prestada y más nicotina en el cuerpo que sangre. Afortunadamente encontré en qué ocupar el tiempo: En la sede de la UBA que queda sobre 25 de Mayo a 2 cuadras de la Casa Rosada hay una pequeña exposición de arte visual muy interesante. 'Nanas del abandono' y unas obras que utilizaban la antropofagia como metáfora de una manera muy ingeniosa se llevaron todos mis aplausos -supongamos que aplaudí, claro- y me maravillaron con su composición. Si tienen la oportunidad de darse la vuelta, vayan y disfruten.

Son, de nuevo, tiempos de cambio. En el cambio es justamente donde de alguna manera reside la emoción y la magia de vivir, pero estos me dejaron sin emoción posible, sin magia a la vista y en un estado de inercia por semanas. La situación estalló hace unos días, era solo cuestión de tiempo.
Siento rechazo a lo impuesto, hastío social... Paso los días haciendo nada y en el momento de contar los logros las batallas perdidas llevan la gran delantera.
El día nicotina-UBA-arte visual, mientras esperaba que Carlos bajara del edificio con la criolla a cuestas, me di cuenta de a dónde NO quería llegar. 'Es un avance', me repito como un mantra:
de estar a la deriva y en el caos absoluto encuentro una pequeña idea de dónde agarrarme, la famosa y trillada luz en la oscuridad; mi escalera al cielo, si es ahí donde quiero terminar.
A veces me encanta ser consumida por el fuego del infierno.
¿A dónde quiero llegar?

Vuelven los traumas, vuelve la baja autoestima, vuelve vuelve.

Siguen las pocas palabras.